domingo, 3 de octubre de 2021

Un sonsecano en la guerra de Cuba

 Este articulo lo publiqué en el programa de Ferias de 2019 pero aun no lo había subido al blog, así que aquí está  para quien no lo haya leído. 

UN SONSECANO EN LA GUERRA DE CUBA

 

Entre 1895 y 1898 tuvo lugar la guerra que sostuvo Cuba contra España por su independencia. En este conflicto lucharon y murieron  miles de españoles. En la mayoría de los casos las causas del fallecimiento fue  por enfermedades contraídas en la isla, principalmente a causa del llamado vomito negro actualmente conocido como fiebre amarilla. Desgraciadamente algunos de nuestros paisanos contrajeron esta enfermedad y murieron.  Queremos recordar  a Bernardo Cerdeño Vega, Felipe Guerrero Páramo,  Esteban Sánchez Pérez, Francisco Martín Valentín y ya de camino a España en el barco a vapor Colón, León Rojas Lorenzo. Otros volvieron enfermos como José Gutiérrez Barbero, al que el ayuntamiento le dio una peseta diaria durante el tiempo de su enfermedad además de pagarle la asistencia facultativa y Juan Pérez Aguado. Sin embargo algunos llegaron sanos y salvos como es el caso de Sebastian Velasco Martín, Constantino García, Víctor Martín Castillo y el protagonista de nuestro artículo Esteban Ruiz Rodríguez.

 

Su nombre completo era Esteban  Ruiz-Tapiador Rodríguez-Malo. Tenemos su diario de operaciones, así como fotos  gracias a su biznieta Araceli Martín Valentín, también agradecemos a María Ballesteros su colaboración en este trabajo.  La foto que ilustra este articulo esta tomada en La Habana a los 32 meses de guerra, según consta en su reverso, escrito de  puño y letra por el propio Esteban.

 

Nació en diciembre de 1872, sus padres se llamaban Gregorio y Josefa, a los 19 años ya ingresó en el servicio militar, que por entonces era obligatorio y tenía, según la ley de 8 de enero de 1882,  una duración de 12 años, seis en activo y seis en reserva.  Él, como tantos y tantos hijos de las familias humildes de la España rural, no pudo librarse de la mili pagando a un sustituto las 2000 Pts. de rescate que se requerían. El sorteo se realizó el 12 de diciembre de 1891 y le tocó en el Batallón de cazadores de Manila nº 20  de Madrid, donde se incorporó en 1892. En 1894 y “por exceso de fuerza” es enviado a Sonseca, donde queda en reserva, esta vez dependiendo, por lugar de residencia del  Regimiento de Infantería  Las Antillas nº 68. 

Lamentablemente corrían malos tiempos para la gente que se encontraba en circunstancias similares a las de Esteban ya que en 1895 estalla la guerra de Cuba y nuestro paisano es movilizado de nuevo, partiendo en tren para Cádiz.  El día 30 de agosto  embarcó en el puerto de esta ciudad en el vapor correo Colón en dirección a dicha isla.  

Pasados ocho días de su llegada a Santiago de Cuba se dirigió a realizar operaciones por la provincia formando parte de la columna al mando del General de Brigada José García Navarro, se halla ante el fuego enemigo en La Magdalena, presta servicio de reconocimiento continuo, es enviado a la ciudad de Sabanilla… Poco a poco la guerra se fue intensificando y Esteban se  encontró  en situaciones de mayor riesgo. El 29 de abril se halló en la operación del “Ingenio del Triunfo de Bolaños” en el municipio de Alto Sango. Se trataba de un lugar donde se transformaba el azúcar proveniente de  las plantaciones. En esta batalla lucharon los cubanos a las órdenes del General José Maceo y Grajales contra los españoles. Se dice que los españoles tuvieron 115 bajas por solo 25 los cubanos.

Afortunadamente Esteban fue poco a poco encontrando recompensa en su duro camino. El 12 de agosto de 1896 se concedió a nuestro paisano la Cruz de Plata del merito militar con distintivo rojo por su comportamiento en el fuego sostenido con el enemigo. Pero aun quedaba mucho por batallar en el país cubano. Volvió a Santiago de Cuba y se dirigió a la lucha en Guanabacoa, embarcó posteriormente rumbo a Manzanillo y participó  en operaciones en La Sabana de Caniges y Los Hornos. Es el 20 de diciembre de 1896 cuando finalizó su año de campaña.

 

La situación en Cuba fue dura, y desde España se trató de ayudar a los soldados heridos o enfermos. Un periódico madrileño llamado  “El Imparcial” abrió una suscripción popular para ayudar a nuestro ejército. El 28 de noviembre de 1896 se publicaba una lista con todos los que habían contribuido con donativos. En esta lista figura el ayuntamiento de Sonseca y diversas empresas además de numerosos nombres de ciudadanos sonsecanos, entre ellos la que sería su  futura mujer, Juana Rodríguez-Blasco García.

 

Empieza el año de 1897 también de operaciones militares, sosteniendo el fuego con el enemigo en diversos combates, el  más importante el asalto y la toma de Guisa, en el Este de la isla. El último año del conflicto cubano, 1898; Esteban continuó de operaciones hasta el fin de la guerra. Esto aconteció el 12 de agosto, pero junto con sus compañeros estaba en un lugar remoto y tardaron varios meses en enterarse.  Posteriormente junto con su regimiento se dirigió al puerto de La Habana donde el día 2 de diciembre a bordo del vapor correo Gran Antilla embarca rumbo a Cádiz.

 

La guerra había terminado, pero no con ello el sufrimiento de un ejército desgastado que padeció una travesía terrible de vuelta a España. Tras la derrota, el regimiento tuvo que volver en un barco repleto de soldados enfermos que debían haber sido aislados en cuarentena, pero apenas contaban con asistencia sanitaria dentro del transporte. A los  que regresaban con buena salud, les esperaba un duro proceso de reinserción social, laboral, pero también reconocimiento, como era debido por parte del Gobierno español. Sin embargo, nadie fue a darles la bienvenida al puerto de Cádiz, el ambiente fue desolador.

 

Ya en 1899, Esteban  consta como repatriado de ultramar por el Real Decreto de 1 de septiembre de 1897, según ordenes dictadas el 7 de septiembre , tiene derecho como abonos de campaña, 3 años 3 meses y 4 días. En 1900 causó baja definitiva por pase a situación de 2ª reserva, fijando su residencia en Sonseca, y una cosa curiosa, se remitió al alcalde su certificado de soltería, para que constara que no se había casado en ultramar. También consta que se había observado muy buena conducta en su permanencia en el servicio. 

A los pocos meses de llegar a Sonseca se casó, concretamente el 25 de septiembre de 1899 con Juana Rodríguez-Blasco García y siguió con el oficio que tenía antes de ir a la guerra, jornalero. Esteban intentó cambiar  de trabajo presentándose en 1905 a una plaza de vigilante de campo que tenia el ayuntamiento de Sonseca, entre sus meritos expone que sirvió en la última guerra en la isla de Cuba en calidad de cabo donde, según sus palabras, “…se ha encontrado en múltiples acciones peligrosísimas para su existencia…”. Pasados 6 años se presentó a unas plazas de vigilante de consumos, tenemos el documento en donde expone sus meritos: “… creyéndose con las condiciones necesarias para el buen desempeño de una de estas plazas y reuniendo además la de haber prestado con la mayor fidelidad por espacio de siete años sus servicios a la Patria en calidad de cabo, cuatro de ellos en Campaña en la Isla de Cuba”.

 

No sabemos si consiguió alguna de estas plazas ya que no hay datos acerca de ello. Esteban falleció el 3 de febrero de 1959 a los 86 años de edad.